miércoles, 19 de enero de 2011

Pessoing una canción gaucha.

Esto sí es aclara.
En este momento, tengo todo lo que esperé tener estos últimos meses, creo.
Estoy afilada como un lápiz al que recién le sacás punta. sí (?)
Y no encuentro nada acá, valioso, que no haya visto o encontrado antes.
Es más, caigo en las mismas trampas mentales de siempre.
La superioridad, la asunción de un cierto orden de las cosas previamente establecido por quien fuere.
Hay trampas en el mismo éxito de evasión de otras trampas. Hay trampas en la tranquilidad que conlleva el descubrimiento de nuestros propios vicios o hábitos. O la misma verbalización y expocisión de lo mismo. Es como sentir que tenés un viejo terror controlado. Sentir la pulsión de tu cuerpo queriendo llevarte para determinado estado biológico, y crearte mentalmente riendas, escudos y cascos, que te creen la sensación de acolchonamiento y seguridad. Como la sensación de una montaña rusa. Euforia controlada y símilmente segura.
Escuchar a tu mente crear caminos nuevos, sinuosos, por los que correr y recorrer para no transitar por ese lugar desconocido. Ese lugar cuya puerta siempre pisás y sin saber cómo terminás en cualquier lugar menos del otro lado de la misma. Ese lugar del cuál te encargás de imaginar y alucinar millones de cosas diferentes cada segundo de cada día y no... esta es la parte en la que me quedo sin texto, sin voz. Es cuando no me animo a decir lo que tengo que decir, sabiendo a la vez que nada de lo que diga importa en lo absoluto. Que siempre fue en mí más la voz y la decisión, que aquello que naturalmente habría de seguirle. Aquello que no sé ni nombrar.
Es terrible porque sé que así aumento la distancia a lo mismo, cada vez más lejos y más cobarde, y al mismo tiempo en el mismo lugar. Es curioso como uno puede moverse millas sólo con no haberse dispuesto avanzar.
Y cómo uno sabe que todo este delirio podría quedar completamente nulo con tan sólo un paso hacia la otra realidad. Y al principio y al final de este texto, y de mi vida, estoy en el mismo lugar.



O no? Esto es casi otro texto! Tan sólo aferrarme a esos otros fragmentos, teorías y realizaciones que niegan y anulan todo lo anterior! Todo lo anterior menos el hecho de que jamás me volví a mover de ese lugar. Puedo tranquilamente hablar de todo lo que hice sin hacer. De cómo pasa el tiempo, vi más cosas de a cantidad, se abrió y cerró mi perspectiva. Aprendí a refutarlo todo, y a refutarme. Aprendí cosas, como sin querer, ví cómo no me muevo. No voy ni hacia atrás. Quizás esté obsesionada con verlo todo antes de avanzar. Pero pierdo años y pierdo vista y un sinúmero de emociones carnales, de pasiones. Como quien por mucho tiempo se estanca en un solo lugar. Así creo que aprenden los grandes, los grandes de tercera edad y en adelante. O incluso los jóvenes que se encuentran en no buscarse. O será que yo soy la que no los ve buscarse? Será que nunca busqué, ese es mi planteo últimamente. Nunca ví lo suficiente. Buscar, Indagar, siempre lo hice, pensar, pero será que siempre lo hice para un mismo lado? nunca una mirada al costado? bueno, ahora tengo tiempo de mirar, es lo único que hago, sin nunca decidirme. Se está comiendo mi vida. Pero yo que no sé hacer el resto de las cosas, voy a mirar. Mirar mirar mirar.
Ver una salida a las salidas de siempre.
Voy a ver, ari, mami, dios.
Voy a.

No hay comentarios: